jueves, 18 de junio de 2009

Merry Christmas

El reloj de la iglesia resonaba con las 12 campanadas de navidad. EN cada casa, la esecena re repetía ad infinitum. La sidra se vertía jocosa en las copas ya alegres de vino, mientras los deseos de prosperidad se multiplicaban como el pan en las manos de Jesus. Pero en una casa particular, un niño particular alzó la voz.
- Me gustaría brindar por los vagabundos, los yermos, los desolados, los tristes, los drogadcitos, los viciosos; las que se venden y las que se alquilan. Todos somos ovejas al matadero, y balamos sandeces mientras unos pocos lobos despedezan a los rezagados, y al mirar atrás volvemos a balar " era necesario".
El silencio calló, indiferente a la pìrotecnia que estallaba en color. Era el silencio del Cero Absoluto.
- ¿ Qué dijiste?- la voz del padre de la casa, el macho alfa, quería respuestas, y mas vale que sean buenas.
- Que brindo, por la tele... y....y los legos...y...y los dibujitos-
Todos se aliviaron de pornto, los hombros se relajaron y la sidra ( o algo mas fuerte ya, un licor u coñac) volvió a correr alegre en las copas borrachas.
Malditas ovejas que van al matedero, ciegas, sordas, gordas ovejas que van al matadero. Y mientras los lobos sigan despedazando a las rezagadas, todo irá bien.
¿ Quién escucha los lamentos del lejano?.

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