Los animales en época reproductiva seducen al sexo opuesto mendiante una sútil combinación de ritos de cortejo y emanación de feromonas. El amor es químico, el amor es, una interacción entre receptores celulares y hormonas.
EN otras palabras, el amor es, en escencia, un sentimiento animal. Los poetas lo usan, los amantes lo abusan; yo, lo crítico por su falaz existencia.
Triste destino?, para nada, bendito el que aguanta, pues el que aguanta es el que existe.
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